Unión de Consumidores de Cantabria ha puesto en marcha una campaña para reivindicar el consumo de productos cercanos que estimulen la economía local y mantengan el empleo. La asociación apuesta por un modelo de consumo reflexivo, no compulsivo, y de calidad; por ello invita a adquirir preferentemente productos que se elaboren en Cantabria -lácteos y agrícolas, entre otros- que son una referencia a nivel nacional.
La campaña incluye anuncios en medios de comunicación y difusión de información a través de su página web sobre nociones de consumo responsable, de productos de cercanía y ‘kilómetro cero’. Esta propuesta consiste en comprar alimentos que se producen lo más cerca de nuestros domicilios. Se considera que el kilómetro cero equivale a un radio de cien kilómetros alrededor de donde vivimos.
UCC considera que este consumo, denominado “kilómetro cero”, fomenta la economía local y ayuda a los pequeños productores, que a menudo se ven obligados a competir contra grandes empresas y distribuidoras que imponen precios demasiado bajos.
Asimismo, reduce los intermediarios y aporta producto más fresco –no necesitan ni conservantes, ni congelado- frente a los alimentos procesados que proceden de mucho más lejos. Todo esto se debe a que se acortan los circuitos de distribución, precisamente por esa cercanía geográfica entre productor y consumidor. Por ello, al reducirse las distancias supone menor gasto energético en transporte.
La reivindicación de la asociación es volver, en lo posible, a una economía más local que genere empleo y riqueza en el entorno más próximo. En este sentido, considera que de esta forma se promueve la sostenibilidad en el consumo y se genera por tanto un consumo responsable que vincula al consumidor con su entorno.
Este hábito de consumo de ‘kilómetro cero’ redunda en el mantenimiento de un tejido productivo local y autonómico, y de unas calidades a las que el consumidor cántabro está acostumbrado y por las que merece la pena pagar un precio justo al productor.
Adquirir productos de kilómetro cero supone un compromiso con Cantabria porque los consumidores hacen posible que perduren los pequeños productores, mercados y gastronomía local. Por eso, también contribuye a mantener el empleo en el ámbito local y a frenar la despoblación -esa España vacía que ahora se reivindica- ya que, muchas veces, los pequeños productores no pueden hacer frente a las grandes distribuidoras.
La campaña a favor del consumo de productos de proximidad supone también una defensa de los valores ambientales, ya que promueve la disminución de la denominada ‘huella de carbono’ –impacto ambiental de los gases invernadero que genera un evento o producto- cuestión que debería ser objeto preferente de atención preferente por parte de la administración pública.