Unión de Consumidores de Cantabria teme que el preacuerdo alcanzado entre el Servicio Cántabro de Salud y el Sindicato Médico perjudique a los pacientes y limite aún más el acceso a consultas médicas de atención primaria en un plazo razonable.
La asociación considera lícitas las demandas sindicales de los médicos para mejorar sus condiciones laborales y, sobre todo, que se suprima la explotación laboral existente a través de contratos eventuales y temporales, incluso por días o semanas.
No obstante, advierte que la limitación de consultas diarias de médicos y pediatras en los centros de salud, planteada en la negociación, podría afectar negativamente a los usuarios. Al reducir la agenda de los médicos se podría alargar el plazo para conseguir una cita, circunstancia que, a juicio de la asociación, repercutiría en una peor atención al usuario. De hecho, con algunos médicos se tarda ya entre cuatro y siete días en conseguir una consulta.
La medida –plantea Unión de Consumidores- tendría que venir acompañada de un lógico incremento del número de médicos en los centros de salud donde se detecten agendas sobresaturadas, como los propios facultativos denuncian. Si no se contratan más médicos, podrán mejorar levemente las condiciones laborales de los facultativos pero a costa de empeorar la atención a los pacientes.
A la asociación le preocupa especialmente que se plantee instaurar un filtro a las urgencias de atención primaria, otra de las medidas anunciadas en este preacuerdo. Se argumenta que las urgencias colapsan los centros de salud y que la mayoría de las veces no son tan urgentes. Probablemente, de ser así, esta circunstancia se resolverá contratando más médicos que atiendan a los pacientes con más agilidad, cuando surge la demanda. Por el contrario, optar por un cribado que retrase la consulta demandada por el paciente contribuirá probablemente a saturar otros servicios de urgencias, con asuntos que tienen fácil solución en atención primaria.
Además, establecer un servicio de cribado de urgencias en cada centro de salud obligará a disponer de un médico para evaluar cada caso con un criterio riguroso. No se entiende qué ahorro de tiempo puede haber si para emitir un dictamen que determine la urgencia se va a emplear el mismo tiempo que en la consulta, incluso más si no se conoce al paciente. A no ser que se pretenda la peregrina idea de que el cribado lo realicen el personal administrativo, lo cual es inadmisible para los usuarios.
En todo caso, Unión de Consumidores exige que –de implantarse la medida- el cribado de urgencias en los centros de salud lo realicen exclusivamente médicos. También reclama que dicho filtro garantice la intimidad del paciente y no se vea obligado a exponer en voz alta su dolencia en un mostrador abierto al público.
Por último, la asociación pide que el acuerdo entre Servicio Cántabro de Salud y Sindicato Médico respete los derechos de los usuarios de la sanidad pública, que deberían también estar representados y defendidos a la hora de tomar decisiones.