Usted ha podido caer en el paro a causa de la crisis. Si no es así, su salario seguro que bajó o está congelado, igual que pasará con la paga de los pensionistas a partir de 2011. Con ingresos limitados, no habrá milagros a nivel de consumo, máxime si tenemos en cuenta que llega un incremento del IVA general del 16 al 18% -y del reducido del 7 al 8%- que vendrá a acompañar avances propios en la luz, la bombona de butano o unos ya carísimos carburantes, que tienen la excusa de la operación salida de vacaciones. Subirá casi todo lo que nos rodea, así que habrá que marcar de cerca la marcha de la inflación, que en mayo ya se encaramó al 1,8% por los efectos de un petróleo que hoy es algo más barato. Aunque no se note en sus derivados.
Paganos de la energía, el caso más espectacular puede ser el de la luz, que acumula una subida del 26% en las revisiones de precios realizadas en los últimos dos años y medio, desde antes y durante la recesión. Con la llegada de julio, y como adelantábamos ayer, encarecerá su factura en torno a un 4%, para acumular en todo el vía crucis económico que venimos soportando una escalada en su precio del 30%. Se cerrarán así tres años récord.
Si atendemos a las que ofrece la patronal de las grandes compañías del sector, Unesa, en 2007 la luz habría subido un 6,1%, un 9% al año siguiente, y el 5,7% el pasado. En el arranque del presente año, el Gobierno decretó otro repunte, esta vez del 2,6%, reconociendo un encarecimiento acumulado del 23,4%, del que les gustaría descontar el IPC en ese período, dejándolo en un +14,5%.
De que la electricidad sería más cara con la llegada del verano no había ninguna duda. De ello se encargaba la subida del 16 al 18% en el IVA general. A este 2% en impuestos a mayores, se sumó la noticia del pasado martes, durante la descafeinada y malograda huelga de funcionarios, de que el Ministerio de Industria elevará en un 10% las tarifas de acceso o peajes, una parte de la tarifa independiente del consumo, que no soportarán las grandes industrias consumidoras de fluido, pero si los hogares y las pequeñas y medianas empresas y comercios. que se traduciría en un incremento similar en el término de potencia. Según Facua, esto se traducirá en un encarecimiento similar en el término de potencia, aunque para ver el alcance real, habrá que esperar a ver qué ocurre con el término de energía, por si el Gobierno sube, baja o congela el precio del kilovatio/hora (kWh).
Aquí en Galicia hablamos de más de un millón y medio de consumidores domésticos, entre los cuáles 1.250.000 estarían ligados a la tarifa de último recurso (TUR), que junto con el infrautilizado bono social eléctrico -que se estima utilizan 110.000 hogares en al comunidad-, suponen los últimos y masificados bastiones antes de pasar al mercado libre de la electricidad. Éste está activo desde julio del año pasado, pero apenas explotado, según las asociaciones en defensa del consumidor como la Unión de Consumidores de España (UCE). La culpa, que las ofertas apenas benefician a los consumidores con potencia contratada de menos de 10 kwh, la inmensa mayoría.
Éstos colectivos coinciden en que el Ministerio de Industria antepone los intereses de las eléctricas frente a los consumidores. También en que la TUR “va camino de convertirse en un precio disuasorio en lugar de suponer un referente para evitar precios excesivos en el mercado libre”.
Pongamos un ejemplo: un usuario con una potencia contratada de 4,4 kW y un consumo mensual de 270 kWh (media en España, según la CNE) ha pasado de pagar 38,07 euros mensuales (31,22 más impuestos, el IVA y el especial energético) por el término de potencia y el de energía a los 47,99 euros (39,36 más impuestos) al mes a partir de la entrada en vigor de la TUR. Casi nueve euros más que pronto se convertirán en más de diez.
En la Unión de Consumidores de España-UCE trabajan en un informe pormenorizado para plasmar la evolución reciente de los precios de la energía, conscientes de la importancia de tratar con rigor una cuestión vital para las economías domésticas.
Quieren transmitir a los consumidores y usuarios que la propuesta de subida de la luz “no es una buena noticia para las familias”, y sostienen que lo peor “no es ya la noticia en sí, sino que al subir la TUR se van a ver afectadas todas las tarifas, pues, están referenciadas a la tarifa de último recurso”. Por eso piden la creación de una mesa de reflexión sobre el mercado eléctrico que represente, de forma paritaria, a sector y consumidores.
Fuente de datos: El Correo Gallego (09/06/2010)